Héctor Luis Valdés Cocho
Hola LuisMa:
Quiero contarte todo lo que en el día de hoy realicé. Espero que no quede solo en letras, y que algo te haga llegar este mensaje a dónde estás. Confío en el viento, que sea nuestro cómplice y que sople tanto que arranque cada palabra escrita acá y te las haga llegar en forma de susurro a tus oídos. Guardemos nuestro secreto; este será nuestro Diario.
Te comienzo a chismear que hoy, una vez más, amanecí sin acceso a datos móviles; sabes que esta princesa no se pone un punto en la boca, y menos cuando observa a su alrededor tanta maldad e injusticias. Eres testigo de los berros que monto, cuando los que se saben sin verdad me dan dónde me duele. Tú estás consciente de que cinco minutos sin entrar al solar de Facebook son la muerte para mí, jjajajajaa.
Pues bien, pa Cubacel fui, y cuándo llegué, no había ni cola. Fui a la oficina que está a dos cuadras de casa de Luz Escobar, o sea, que estaba en zona pa si cualquier cosa comenzar a pitar 😅
Mijo no; iba en plan buena gente. Cuándo entré, comencé a explicarle a la muchacha que me atendió lo que me estaba pasando con la conexión. La mostra, haciéndose la desentendida, me decía que ella no sabía lo que pasaba, que había revisado en mí teléfono y que todo estaba ok.
Niño; tú sabes cómo me pongo yo. Ahí mismo se me unió Europa con América y Asia con Oceanía, y lo que formé fue de apaga y vámonos. Tú estás ahí en ese momento, y te vas, o me metes un palo por la boca para callarme. En fin, la jefa de brigada de la oficina comercial (porque tuvo que ir a dónde estaba yo, porque la mandé a llamar y todo) me pidió el carnet de identidad, para tomar la queja, y dijo que después ellos me llamaban para decirme cómo solucionar lo que me estaba pasando. Yo, con la fina elegancia que me caracteriza, le dije que si antes de las seis de la tarde no estaba solucionado el asunto del bloqueo de internet, yo iba a regresar al día siguiente, y no con la misma forma de hoy.
En el camino, exactamente cuando iba por frente del mercado de Tulipán, me llama María preguntando que dónde yo estaba... entre nos, ella es la mamá de los pollitos. Fui directo para su casa, ni por la mía pasé, y fui directo a tumbar un pedazo de pan y un vaso de jugo de guayaba ( que yo creo que eso fue lo que me chivó el estómago). Es que María es mala, es mala! Andaban las dos lavando, tanto la Kirenia como ella. Estuve unas dos o tres horas más menos allí. Ay, chico! Si estuvieras acá con nosotros. Creo que te comerías el otro pedazo de pan. Porque tú eres pestífero, pipo 😅
Bueno nada, regresé para la casa como a las cuatro y tanto de la tarde, para comenzar la comida y tener adelantado cuando llegara Raúl del trabajo, y cuéntame qué a las 5:30 pm por ahí me llegaron los datos. Papi, tú pájara es dura! Ellos sabían que mañana le iba a entrar a lo Malú: "sin tenerle miedo a la tormenta".
Ya, por lo demás, tú sabes, mirando tanto horror a nuestro alrededor, viendo pasar las horas en una isla que cada día que pasa está más lejos de ser nación. Ay, LuisMa, chico... te extraño un bulto, eres mi rayito de luz entre tanta oscuridad. Eres quién en estos momentos me sacaría una sonrisa.
Fíjate lo que te voy a decir! Come y descansa, te necesitamos fuerte. Te quiero mucho y espera mi próximo día a día. Será una manera de tenerte cerca.
PD: Apúntame pa pabellón! 😅
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